Gaudium et spes 7 de diciembre de Lumen gentium 21 de noviembre de LS Francisco, Cart. Unitatis redintegratio 21 de noviembre de La llamada a caminar juntos II. Una Iglesia constitutivamente sinodal III. La llamada a caminar juntos 4. Una Iglesia constitutivamente sinodal En la escucha de las Escrituras La pregunta fundamental Diversas articulaciones de la sinodalidad Episcopalis communio 15 de septiembre de EG Francisco, Exhort.
Evangelii gaudium 24 de noviembre de FT Francisco, Cart. Buscar dentro del documento. Josue Alejandro Palacios. Enrique Miquel. Frank Garcia. Cristofer Patricio Contreras. Francisco Chun Tec.
Juana Mejia Saavedra. Oscar Rivas. Angelica Ortiz Romero. Oscar Gonzalez. LU Asencios Huarac. Jeniffer Franco. Gustavo Andres. Maria Fernanda Serna Ceballos. Julio Sanchez. David Livingstone Montemayor Vega. Gonzalo David Ramos Quispe. Crisis en la teologia contemporanea Spa - Jimenez, Carlos. Jose Carlos Barzola Rojas. Mizraim Can. Perseverancia Ef 1,10; Col 1,20; 2 Pe 3, Jn 12,32 ; resucitando de entre los muertos cf. Flp 2, Y mientras no haya nuevos cielos y nueva tierra, en los que tenga su morada la santidad cf.
Col 3,4 , en la que seremos semejantes a Dios, porque lo veremos tal cual es cf. Rom 8,23 y ansiamos estar con Cristo cf. Flp 1, Ef 6, Hb 9,27 , si queremos entrar con El a las nupcias merezcamos ser contados entre los escogidos cf. Mt 25, ; no sea que, como aquellos siervos malos y perezosos cf. Mt 25,26 , seamos arrojados al fuego eterno cf.
Mt 25, Mt 25,3 y destruida la muerte le sean sometidas todas las cosas cf. Ef 4, Col 1, Su fraterna solicitud ayuda, pues, mucho a nuestra debilidad. Relaciones de la Iglesia peregrinante con la Iglesia celestial Al mirar la vida de quienes siguieron fielmente a cristo, nuevos motivos nos impulsan a buscar la Ciudad futura cf. Hb 12,1 y con tan gran testimonio de la verdad del Evangelio.
En verdad, todo genuino testimonio de amor ofrecido por nosotros a los bienaventurados, por su misma naturaleza, se dirige y termina en Cristo, que es la "corona de todos los santos", y por El a Dios, que es admirable en sus santos y en ellos es glorificado".
El Concilio establece disposiciones pastorales Junto con esto, por su solicitud pastoral, exhorta a todos aquellos a quienes corresponde para que traten de apartar o corregir cualesquiera abusos, excesos o defectos que acaso se hubieran introducido y restauren todo conforme a la mejor alabanza de Cristo y de Dios. Ap 21, Gen 3, Lc 2, Jn 2, Mc 3,35; Lc 11, Con su amor materno cuida de los hermanos de su Hijo, que peregrinan y se debaten entre peligros y angustias y luchan contra el pecado hasta que sean llevados a la patria feliz.
Roma, en San Pedro, 21 de noviembre de Por eso cree que le corresponde de un modo particular proveer a la reforma y al fomento de la Liturgia. La Liturgia en el misterio de la Iglesia 2. Liturgia y ritos 3. Dios, que "quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad" 1 Tim.
En la Iglesia se realiza por la Liturgia 6. Presencia de Cristo en la Liturgia 7. Liturgia terrena y Liturgia celeste 8. Liturgia, cumbre y fuente de la vida eclesial No obstante, la Liturgia es la cumbre a la cual tiende la actividad de la Iglesia y al mismo tiempo la fuente de donde mana toda su fuerza.
Necesidad de las disposiciones personales Liturgia y ejercicios piadosos Para que en la sagrada Liturgia el pueblo cristiano obtenga con mayor seguridad gracias abundantes, la santa madre Iglesia desea proveer con solicitud a una reforma general de la misma Liturgia. Biblia y Liturgia En efecto, en la liturgia, Dios habla a su pueblo; Cristo sigue anunciando el Evangelio. Los mismos signos visibles que usa la sagrada Liturgia han sido escogidos por Cristo o por la Iglesia para significar realidades divinas invisibles.
Por eso, al realizar la reforma hay que observar las normas generales siguientes: Estructura de los ritos D Normas para adaptar la Liturgia a la mentalidad y tradiciones de los pueblos Por tanto: 1. El Obispo debe ser considerado como el gran sacerdote de su grey, de quien deriva y depende, en cierto modo, la vida en Cristo de sus fieles.
Como no lo es posible al Obispo, siempre y en todas partes, presidir personalmente en su Iglesia a toda su grey,debe por necesidad erigir diversas comunidades de fieles. Entre ellas sobresalen las parroquias, distribuidas localmente bajo un pastor que hace las veces del Obispo, ya que de alguna manera representan a la Iglesia visible establecida por todo el orbe. Unidad de la Misa Sacramentales Por ellos, los hombres se disponen a recibir el efecto principal de los sacramentos y se santifican las diversas circunstancias de la vida.
Necesidad de una reforma en los ritos Catecumenado En las misiones Bautismo de adultos Rito breve para casos especiales Rito nuevo Rito de la Penitencia Por tanto, el tiempo oportuno para recibirlo comienza cuando el cristiano ya empieza a estar en peligro de muerte por enfermedad o vejez.
Rito del matrimonio Rito de la exequias Fuente de piedad Tiempo del rezo de las Horas Cuaresma Penitencia individual y social Fiestas de los santos Canto religioso popular Vigilancia de los Ordinarios Vigilen con cuidado los ordinarios para que los objetos sagrados y obras preciosas, dado que son ornato de la casa de Dios, no se vendan ni se dispersen. Insignias pontificales Roma, en San Pedro, 4 de diciembre de Destinatarios de la palabra conciliar 2.
Al servicio del hombre 3. Es la persona del hombre la que hay que salvar. Es la sociedad humana la que hay que renovar. Los provoca el hombre con su inteligencia y su dinamismo creador; pero recaen luego sobre el hombre, sobre sus juicios y deseos individuales y colectivos, sobre sus modos de pensar y sobre su comportamiento para con las realidades y los hombres con quienes convive.
Y, sin embargo, una gran parte de la humanidad sufre hambre y miseria y son muchedumbre los que no saben leer ni escribir.
Cambios profundos 5. Cambios en el orden social 6. Y no debe subestimarse el que tantos hombres, obligados a emigrar por varios motivos, cambien su manera de vida.
Las instituciones, las leyes, las maneras de pensar y de sentir, heredadas del pasado, no siempre se adaptan bien al estado actual de cosas. Los desequilibrios del mundo moderno 8. Los pueblos hambrientos interpelan a los pueblos opulentos.
Son muchos los elementos que se combaten en el propio interior del hombre. Por ello orienta la menta hacia soluciones plenamente humanas. Diversas e incluso contradictorias. La duda y la ansiedad se siguen en consecuencia. Todo fue puesto por ti debajo de sus pies Ps 8, Desde el principio los hizo hombre y mujer Gen l, Conocieron a Dios, pero no le glorificaron como a Dios. Imbuido por ella, el hombre se alza por medio de lo visible hacia lo invisible.
Dignidad de la conciencia moral Cuanto mayor es el predominio de la recta conciencia, tanto mayor seguridad tienen las personas y las sociedades para apartarse del ciego capricho y para someterse a las normas objetivas de la moralidad. Grandeza de la libertad Con frecuencia, sin embargo, la fomentan de forma depravada, como si fuera pura licencia para hacer cualquier cosa, con tal que deleite, aunque sea mala.
La verdadera libertad es signo eminente de la imagen divina en el hombre. El misterio de la muerte Unos niegan a Dios expresamente. Otros afirman que nada puede decirse acerca de Dios. Hay quienes imaginan un Dios por ellos rechazado, que nada tiene que ver con el Dios del Evangelio. Es Dios creador el que constituye al hombre inteligente y libre en la sociedad. Esto se logra principalmente con el testimonio de una fe viva y adulta, educada para poder percibir con lucidez las dificultades y poderlas vencer.
Cristo, el Hombre nuevo Urgen al cristiano la necesidad y el deber de luchar, con muchas tribulaciones, contra el demonio, e incluso de padecer la muerte. Por Cristo y en Cristo se ilumina el enigma del dolor y de la muerte, que fuera del Evangelio nos envuelve en absoluta obscuridad. El amor es el cumplimiento de la ley Rom 13,; cf. La vida social no es, pues, para el hombre sobrecarga accidental.
Crece al mismo tiempo la conciencia de la excelsa dignidad de la persona humana, de su superioridad sobre las cosas y de sus derechos y deberes universales e inviolables. El orden social hay que desarrollarlo a diario, fundarlo en la verdad, edificarlo sobre la justicia, vivificarlo por el amor.
El respeto a la persona humana Respeto y amor a los adversarios Esta caridad y esta benignidad en modo alguno deben convertirse en indiferencia ante la verdad y el bien. El precepto del amor se extiende a todos los enemigos. Pero yo os digo : "Amad a vuestros enemigos, haced el bien a los que os odian y orad por lo que os persiguen y calumnian"» Mt 5, La igualdad esencial entre los hombres y la justicia social La igualdad fundamental entre todos los hombres exige un reconocimiento cada vez mayor.
Porque todos ellos, dotados de alma racional y creados a imagen de Dios, tienen la misma naturaleza y el mismo origen. Son contrarias a la justicia social, a la equidad, a la dignidad de la persona humana y a la paz social e internacional.
No pocos, con diversos subterfugios y fraudes, no tienen reparo en soslayar los impuestos justos u otros deberes para con la sociedad. Es necesario por ello estimular en todos la voluntad de participar en los esfuerzos comunes. El Verbo encarnado y la solidaridad humana El propio Verbo encarnado quiso participar de la vida social humana.
Nadie tiene mayor amor que este de dar uno la vida por sus amigos Io 15, Valor de la actividad humana Aprende mucho, cultiva sus facultades, se supera y se trasciende.
La criatura sin el Creador desaparece. Pues de Dios las recibe y las mira y respeta como objetos salidos de las manos de Dios. Tierra nueva y cielo nuevo Por ello, aunque hay que distinguir cuidadosamente progreso temporal y crecimiento del reino de Cristo, sin embargo, el primero, en cuanto puede contribuir a ordenar mejor la sociedad humana, interesa en gran medida al reino de Dios.
Ayuda que la Iglesia procura prestar a cada hombre No hay ley humana que pueda garantizar la dignidad personal y la libertad del hombre con la seguridad que comunica el Evangelio de Cristo, confiado a la Iglesia. Por ese camino, la dignidad humano no se salva; por el contrario, perece. Ayuda que la Iglesia procura dar a la sociedad humana No radican en el mero dominio exterior ejercido con medios puramente humanos.
No se creen, por consiguiente, oposiciones artificiales entre las ocupaciones profesionales y sociales, por una parte, y la vida religiosa por otra. Competen a los laicos propiamente, aunque no exclusivamente, las tareas y el dinamismo seculares. A la conciencia bien formada del seglar toca lograr que la ley divina quede grabada en la ciudad terrena.
Con su vida y con sus palabras, ayudados por los religiosos y por sus fieles, demuestren que la Iglesia, aun por su sola presencia, portadora de todos sus dones, es fuente inagotable de las virtudes de que tan necesitado anda el mundo de hoy.
Ayuda que la Iglesia recibe del mundo moderno Interesa al mundo reconocer a la Iglesia como realidad social y fermento de la historia. Cristo, alfa y omega Todo lo cual suscita angustia en las conciencias. Del amor conyugal Fecundidad del matrimonio El amor conyugal debe compaginarse con el respeto a la vida humana El progreso del matrimonio y de la familia, obra de todos Por ello todos los que influyen en las comunidades y grupos sociales deben contribuir eficazmente al progreso del matrimonio y de la familia.
Hay que salvaguardar el derecho de los padres a procrear y a educar en el seno de la familia a sus hijos. Es propio de la persona humana el no llegar a un nivel verdadera y plenamente humano si no es mediante la cultura, es decir, cultivando los bienes y los valores naturales. En este sentido se habla de la pluralidad de culturas. El hombre, autor de la cultura Purifica y eleva incesantemente la moral de los pueblos. Hay que armonizar diferentes valores en el seno de las culturas Esto se aplica de modo especial a los agricultores y a los obreros, a los cuales es preciso procurar tales condiciones de trabajo, que, lejos de impedir su cultura humana, la fomenten.
Sin embargo, queda en pie para cada hombre el deber de conservar la estructura de toda la persona humana, en la que destacan los valores de la inteligencia, voluntad, conciencia y fraternidad; todos los cuales se basan en Dios Creador y han sido sanados y elevados maravillosamente en Cristo.
Sin embargo, no faltan motivos de inquietud. El lujo pulula junto a la miseria. El desarrollo debe permanecer bajo el control del hombre. Sin embargo, en cuanto sea posible, deben crearse fuentes de trabajo en las propias regiones. Al aplicar, con la debida responsabilidad, a este trabajo su tiempo y sus fuerzas, disfruten todos de un tiempo de reposo y descanso suficiente que les permita cultivar la vida familiar, cultural, social y religiosa. Dios ha destinado la tierra y cuanto ella contiene para uso de todos los hombres y pueblos.
Acceso a la propiedad y dominio de los bienes. Problema de los latifundios No raras veces los braceros o los arrendatarios de alguna parte de esas posesiones reciben un salario o beneficio indigno del hombre, carecen de alojamiento decente y son explotados por los intermediarios. Individual y colectivamente den ejemplo en este campo.
De todo lo cual se deducen la responsabilidad, la dignidad y la importancia de los gobernantes. Es preciso que cuantos se consagran al ministerio de la palabra de Dios utilicen los caminos y medios propios del Evangelio, los cuales se diferencian en muchas cosas de los medios que la ciudad terrena utiliza.
Naturaleza de la paz Esto, sin embargo, no basta. Existen sobre la guerra y sus problemas varios tratados internacionales, suscritos por muchas naciones, para que las operaciones militares y sus consecuencias sean menos inhumanas; tales son los que tratan del destino de los combatientes heridos o prisioneros y otros por el estilo.
Desde luego, la guerra no ha sido desarraigada de la humanidad.
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